Dominatrix Anette prueba a su nuevo esclavo, el segundo castigo para él es azotes, pero con poder duro. Anette elige primero una correa de cuero gruesa y comienza a acariciar su casi virgen con eso. El esclavo lo lleva sorprendentemente bien, pero la señora Anette siente la tensión en su cuerpo y quiere oír los gritos escapar de su garganta, por lo que usa un con enorme poder.